Las Marzas

LAS MARZAS 2013
Un año más la Ronda marcera de Torrelavega ha dado la bienvenida a la primavera con su tradicional periplo por diferentes puntos de la ciudad entonando las ancestrales melodías con las que nuestros antepasados celebraban el final del invierno y la llegada de la primavera, la época de la siembra, el renacer de la vida y el triunfo definitivo de la luz sobre la oscuridad ante la inminencia del equinoccio de la primavera. Saludo al mes que inicia la primavera, aunque es probable que las marzas sean la evolución de los cantos y fiestas de inicio de año en tiempos de los romanos, en los que Marzo (Martius), el mes dedicado al dios Marte, era el primer mes del año.

Los grupos marceros eran exclusivamente de varones y las cuadrillas se organizaban según jerarquía, destacando el aspecto de rito de iniciación para los mozos. Tradición seguida en las comunidades rurales, el acto festivo consistía en una ronda petitoria en la que los marceros van visitando las diferentes casas del pueblo en las que saludaban con la pregunta "¿Cantamos, rezamos o nos vamos?". Si el "dao", obsequio de la familia de la casa, era generoso, los mozos lo celebraban con algarabía y vivas al vecino generoso. Cuando no eran bien recibidos, los mozos cantaban "la rutona" con coplas como ésta:
"A los esta casa
sólo les deseo
que la sarna perruna
les cubra los huesos"

La Ronda Marcera de Torrelavega está compuesta por aproximadamente unos ciento cuarenta marceros, siendo el pregonero Juan José Crespo y el director de la Ronda Raúl Castillo Díaz. La indumentaria tradicional con la que los marceros van ataviados está compuesta de boina, pañuelo rojo al cuello, zamarra, albarcas , varas y faroles y acompañado el grupo de una burra con sus cenachos para transportar los aguinaldos.
Es costumbre dar los aguinaldos (chorizo, morcillas, tocino, dinero,….) siguiendo la antigua costumbre marcera de antaño. Y cuya recaudación se entrega al Hogar del Transeunte de Torrelavega.
La costumbre de cantar las marzas se había perdido, tras siglos de tradición, en casi toda Cantabria en los años 60 y aunque en algunos municipios limítrofes, aún había pequeños reductos de mozos que se aferraban a las viejas prácticas, ha sido gracias a la Ronda Marcera de Torrelavega, que este antiguo rito se ha vuelto a recuperar desde el año 1.989. Desde entonces se han vuelto a cantar no solamente el Torrelavega, sino en casi todos los pueblos de la comarca y en estos momentos se encuentran en un gran auge.
Las marzas de Torrelavega son habitualmente seguidas por numeroso público y de manera especial las que se entonan frente al Ayuntamiento y La Iglesia de La Asunción, donde se congrega el mayor número de espectadores.
Hay que recordar que existen varios tipos de marzas, están las galanas o floridas y también de las llamadas letanías y sacramentos del amor. Y como dice el antropólogo Antonio Montesino, las marzas en fin, son un canto al espíritu prócer de la raza y la generosidad de nuestros valles, que jamás vibraron en el estragal de ningún vecino sin que éste pusiese en manos del postulante el aguinaldo de costumbre.

Marzo florido
qué bonito entras,
regando los campos
con tus flores bellas,
y los pajaritos
en las arboledas,
cantando disfrutan
lo que ellos desean.


Texto: Juanjo Martínez de las Cuevas
Fotos: Eusebio


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